sábado, 10 de enero de 2009

LAS MISERIAS INFORMATIVAS

Pensaba que estaba solo pero leo, con agrado, hoy en el Diario del Altoaragon el siguiente articulo, que viene a refrendar algo que pienso desde hace tiempo, y que he comentado en privado alguna que otra vez.

Nieve y miseria
Rafael TORRES10/01/2009
Todo son desgracias en casa del pobre, y este primer invierno de la crisis no podía ser, no, uno de esos templados, modernos, que se conforman con una docena de días fríos. Para que los parados se hielen en las colas del Inem y la gente no pueda ahorrar ni un euro en calefacción, la meteorología, que como la naturaleza en general es a veces un poco fascista, nos ha traído estos hielos y estas nevadas que, desde hace un par de meses, nos deprimen el ánimo o lo que va quedando de él.
Sin embargo, hay algo aún más deprimente que la helazón constante, las celliscas y las nevadas sin belleza: el tratamiento frívolo, estúpido, que la televisión le ha venido dando a todo eso, tan frívolo y tan estúpido que no ha servido para evitar las devastaciones del temporal cuando éste ha apretado un poco más, sólo un poco.
Desde hace dos meses, los telediarios y los infraprogramas vespertinos, esos que, bajo el nombre de "España Directo" (o "Madrid Directo", o "Castilla-La Mancha Directo", o "Peñaranda de Bracamonte Directo") escamotean la información real, de interés, para hablar de tontadas y hacer recetas de cocina, han dedicado cientos de horas a la nievecita y a preguntarle a la gente si tenía frío, como si semejante cosa fuera noticiable en pleno invierno, pero toda esa matraca servida por una especie de adolescentes excitados jugando a reporteros de la inanidad, no ha servido, como es lógico, para que las máquinas quitanieves actuaran con previsión y diligencia, para que la gente se abstuviera de hacer la misma vida que en plena canícula, o para evitar que cientos de pueblos, donde también viven personas, se quedaran aislados, sin pan, sin combustible, sin médico.
Todo son desgracias en casa del pobre, pero mayor que la de este frío de miseria, sin alma, es esa televisión que todas las tardes, mientras en España pasa de todo, hace muñecos de nieve y rape a las finas hierbas.
Pero por desgracia, la miseria sin alma de esa televisión que todas las tardes, y todas las televisiones nos castigan diariamente, en el tratamiento informativo de muchas noticias, es lo habitual a que nos tiene acostumbrados.
Esta manera de tratar las noticias, se puso de moda con la prensa rosa, cuyo máximo exponente fue, el aquí no hay tomate, y que ahora se aplica a todo tipo de noticias. Que la televisiones privadas busquen todo tipo de recursos con tal de ganar audiencia, se puede entender aunque no se comparta, pero que las televisiones publicas entre ese juego es algo inaceptable e inasumible.

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