Ante la grave situación que estamos viviendo, los
mecanismos europeos solicitaron a España que haga una reforma laboral y aunque
todos los países europeos tienen un margen para llevar a cabo sus propias
políticas laborales, ya que estos temas se excluyeron del tratado. Piden que
España haga una reforma laboral, que Francia ajuste la flexibilidad en la
entrada en el mercado de trabajo y que Alemania realice ajustes en relación con
las pensiones.
Pero el problema que tiene España es que la
contratación es demasiado flexible lo que crea que seamos poco productivos y
que los trabajadores españoles no están vinculados con sus empresas. Son los
empresarios los que contratan, los puestos de trabajo en una empresa no dependen
de que se pueda despedir, cosa que ahora sucede en 8, 10, 20, 30 y 45 días. Los
problemas los resuelve la evolución económica y el crédito, no la reforma. Para
despedir, el marco jurídico ayuda en una proporción pequeñita, muy pequeñita.
En los tribunales de lo social se está creando
mucha disparidad, el problema central de la reforma son los temas que más
afectan a las empresas que no son el despido, sino las estructuras
empresariales, como flexibilizar plantillas, problemas de turnos, calendario, de
incremento y reducción de actividad... Esto es lo que crea competitividad y
esto es lo que necesitan en este momento las empresas españolas.
El Gobierno Socialista realizó una reforma laboral
en 2007 y a finales de 2009 se creó una ley que respondía a los expedientes de
regulación de empleo. La reforma laboral se trató de sacar adelante hace 10
meses, reunión en la que la patronal se levantó de la mesa por no darles la
reducción en el despido, ante lo cual se acordó que sindicatos y patronal
alcanzasen un acuerdo, hecho este que no han conseguido.
Ahora el Gobierno frente a la falta de acuerdo ha
decidido sacar un Real Decreto que contenga fundamentalmente los aspectos que
considere que deben formar parte de la reforma laboral. Esto ha sucedido desde
hace 15 días ya que hasta esta fecha sindicatos y patronal no admitían que no
tenían acuerdos, han dado pasos de acercamiento pero no han alcanzado ningún
acuerdo porque hay mucha disparidad de criterios incluso dentro de la patronal.
Nuestra economía es potente, gobierne quien
gobierne, negar esto es tirar piedras sobre nuestro propio tejado. La
credibilidad y la confianza se generan mediante el aumento del consumo, tenemos
una estructura productiva que debe remodelarse ya que está excesivamente
decantada hacia el sector servicios, debemos desarrollar nuestra industria ya
que será la base de la competencia de nuestro país en el futuro y tenemos unas
entidades financieras que cuando acaben la puñetera fusión, serán
competitivas y tendremos posibilidades de llegar al crédito.
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